“ Frágil como viento de invierno,
Resplandeciente como sol de verano.
Dulce y delicada flor,
Te recuerdo como una bendición ”
Siempre había mirado aquella flor, pero no me detenía a detallarla como era debido. Una tarde el sol le pegaba directamente y me llamó la atención cómo se mezclaban sus colores formando un bonito degradado. Rápidamente busqué la cámara y la hice protagonista de mi historia.
La emoción y el apuro que tenía por tomar la foto, hizo que no me diera cuenta que mi abuela estaba observándome. Sé acercó y se quedó junto a mí, admirando aquella bella flor.
“Es un regalo de tu abuelo. ¿Es bonita, verdad?” Asentí dándole la razón. “Cada vez que siento alguna inquietud o tristeza, vengo aquí a observarla para sentirme mejor. No importa la época que sea, siempre está como la primera vez, por eso tu abuelo siempre me acompañará…”
Palabras que espero nunca olvidar. Y ahora escribiendo esta bonita anécdota mis ojos se cristalizan, hay algo en aquel retrato de su amor, que me parece mágico.
Disfruta el regalo de la vida y de las pequeñas grandes cosas que nos rodean, porque quizás te encuentres una bonita historia que contar. Te animo a encontrar eso que te haga feliz, que quite tus inquietudes y te lleve a la felicidad…
Quería hacer algo diferente, salir de mi zona de confort y realizar eso que muchas veces temo hacer, y sin duda he quedado contenta con el resultado. Este relato es muy especial para mí, porque cuenta una historia que mi abuela me contó sobre su pasado, su presente y algo que no cambiará en el futuro… un detalle que mi abuelo cultivó para ella con mucho cariño y aún tras casi 19 años de su fallecimiento, lo recuerda como aquel primer amor.
Espero que les guste, tanto o más que a mi este post. Sentí la necesidad de compartir ese bonito recuerdo con ustedes. ¿Qué te pareció?
Hola!
Me ha gustado muchísimo el relato, el mensaje que transmites es muy bonito 😀
Besos ❤
Me gustaMe gusta
Me gusta la fotografía, y conmovedor relato.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por leer! (:
Me gustaMe gusta