Nos quedamos esperando
a que pasara algo,
pero se nos pasó el tiempo.
Nos sumergimos en un constante casi,
perdimos el tiempo,
y nos perdimos en el tiempo;
ni la distancia nos mantuvo en pausa.
Creceremos a nuestro propio ritmo
con la promesa de volvernos a encontrar,
maduros, quizás,
pero con ganas de comernos al mundo
y no dejarlo a la mitad.
-María Sofía de Lourdes.