Esta entrada está inspirada en una publicación que hice en Instagram.
Perdí la cuenta de los días en los que algunos dirían en cuarentena. Para bien o para mal muchas cosas han cambiado: quizás algunos puedan pasar más tiempo en familia, aprovechar y hacer las cosas que antes no podían, o hayan perdido el trabajo o a un ser muy especial.
Distintas realidades que nos enseñan lo vulnerables que somos los seres humanos. Hemos cambiado, el mundo ha cambiado y nuestras prioridades han cambiado.
Ante un mismo suceso potencialmente estresante se pueden presentar diversas reacciones. Es decir, la manera en la que cada uno le hace frente a la situación es diferente; quizás empleemos mecanismos más saludables que otros, pero debemos tener presente que estamos haciendo lo mejor que podemos…no somos superhumanos, está bien no ser fuerte todo el tiempo.
¿Por qué nos asusta tanto demostrar nuestra vulnerabilidad?
Somos seres imperfectos, es válido sentir, llorar, enojarse, estar cansado, tener miedo y no siempre tener las respuestas a nuestros problemas; eso es lo que nos hace humanos.
Ahora más que nunca no podemos olvidarnos de nosotros mismos; una forma de amor propio es valorando lo que somos, permitirnos ser vulnerables, perdonarnos y ser autocompasivos.
Y no es sentir lástima o pena por nosotros mismos, es darnos la oportunidad comprender nuestra situación e impulsarnos a encontrar las soluciones siendo amables con nosotros mismos.
Estos últimos días me han enseñado que, para poder ver resultados en el exterior, debemos comenzar desde el interior, con nosotros mismos.
En tiempos de incertidumbre un recordatorio relacionado a salud mental nunca estará demás. ¡Pronto les compartiré más contenido relacionado!
María Sofía de Lourdes.
Apropiado y Oportuno. Gracias
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¡Gracias por leer!✨❤
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