“Mamá y papá, me gustaría ir a terapia”

“Mamá y papá, me gustaría ir a terapia”.

¿Por qué a los adolescentes y adultos jóvenes les cuesta tanto decir esa frase?

Pareciera que aún en pleno siglo XXI la palabra “terapia” es una palabra prohibida, asociada a ser débil. Sin embargo, aquellas personas que pueden reconocer que algo no está bien o que algo está cambiando interna o externamente, están lejos de ser “débiles”.

La adolescencia y en la adultez joven es una época de muchísimos cambios físicos, psicológicos, cognitivos y sociales. El joven debe preparase para asumir nuevas funciones y responsabilidades. Eres muy niño para hacer esto, pero no eres tan grande para hacer aquello…

Lidiar con esto y con otras situaciones que pueden presentarse, puede ser muy abrumador; interfiriendo en el bienestar físico y emocional del joven, traduciéndose en:

  • Abuso de alcohol y/o drogas.
  • Pérdida o aumento de peso.
  • Descuido en la higiene personal.
  • Problemas para dormir.
  • Hablar o escribir sobre la muerte.
  • Comportamientos autodestructivos.
  • Desprenderse de objetos de valor.
  • Dificultad para concentrarse y tomar decisiones.
  • Cambio en el rendimiento académico o laboral.
  • Pérdida de interés por las actividades que anteriormente disfrutaba.

Y no es que le falta positivismo o echarle más ganas, está pasando por algo que por sí sólo le cuesta un poco más afrontarlo y necesita ayuda profesional.

Si estás leyendo esto y eres mamá o papá, me gustaría que reflexionaras que si tu hijo (a) se acerca a ti para decirte que quiere ir a terapia o notas en él o ella cambios, toma en serio lo que te dice y las señales de alerta.

Estamos acostumbrados a pensar que, si se dan cambios en el comportamiento de alguien, es para “llamar la atención” o “algo normal por la edad”. A veces es necesario ir un poquito más allá y tratar de entender qué hay detrás de esos cambios… qué es eso que le cuesta verbalizar.

Si estás leyendo esto, te identificaste con alguna señal y no sabes cómo decirles a tus padres que te gustaría ir a terapia, te dejo algunas recomendaciones:

  • Busca el momento adecuado y hazlo como más cómodo (a) te sientas, por teléfono o en persona.
  • Expresa cómo te sientes: Llevo semanas sintiéndome sin energía y sin ánimos, y ya me está afectando en mi día a día. Me está costando concentrarme, y tengo problemas para dormir. Me gustaría buscar ayuda con un profesional.
  • Ten a mano una lista de profesionales idóneos que puedan ayudarte.
  • Es normal que puedas temer de la reacción de tus padres, pero no lo postergues.
  • No permitas que minimicen cómo te sientes.

Ir a terapia debería ser tan normal como acudir al doctor luego de una caída o ir al dentista por un dolor de muelas, y no debe encasillarse a tener un problema o ir sólo por una crisis. Cualquier razón para ir a terapia, es una razón válida.

Muéstrate abierto a conocer y comprender a los que te rodean, escucha sin juzgar y sé respetuoso con los sentimientos y pensamientos de los demás.

¡No estás sólo (a)!

. .

¡Un abrazo virtual!

María Sofía de Lourdes.

2 comentarios en ““Mamá y papá, me gustaría ir a terapia”

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